De cara a las próximas elecciones del 23 de julio, Salud por Derecho, Médicos del Mundo, Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Asociación por un Acceso Justo al Medicamento, No Gracias y la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU) hemos enviado esta carta a los diferentes candidatos y candidata a la Presidencia del Gobierno.
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Estimado/a candidato/a:
Las organizaciones que suscribimos esta carta formamos parte de la campaña No es Sano y trabajamos por hacer efectivo un acceso equitativo y universal a medicamentos eficaces y de calidad, que tengan precios justos y asequibles. En un momento tan importante como este, donde los sistemas de bienestar son tan preciados y necesarios, nos gustaría aprovechar esta oportunidad para animarle a que, en los próximos comicios, muestre su compromiso y el de su partido incorporando y reforzando la salvaguarda del derecho fundamental a la salud y a un sistema público sanitario sostenible, fortalecido con recursos y adecuado a las necesidades de los y las pacientes en cada territorio. A las generaciones de hoy nos toca también cuidar de las generaciones de mañana.
La espiral de precios de los medicamentos tensiona cada vez más los presupuestos sanitarios, tanto en Europa como en España. Escuchamos con frecuencia que el objetivo es asegurar el acceso equitativo y asequible a los medicamentos. Sin embargo, la tendencia alcista del gasto farmacéutico continúa año tras año, limitando la oportunidad de fortalecer otros ámbitos, como los recursos humanos o la atención primaria. Por ello, la política farmacéutica precisa reformas y requiere acciones políticas que aseguren un Sistema Nacional de Salud con espacio para la innovación, que afronte las necesidades en salud de la población, aprovechando las fortalezas del propio sistema sanitario y reforzándolo con recursos humanos y económicos allí donde sea necesario.
Para afrontar estos retos, la campaña No es Sano viene impulsando de manera reiterada propuestas en materia farmacéutica que contribuirían a revertir la tendencia actual y que, esperamos, pueda asumir e impulsar:
- Apuesta firme por una reforma de la política de fijación de precios. Ésta tiene que basarse en la transparencia de los precios de las tecnologías sanitarias y de todo el sistema de fijación de precios y de rendición de cuentas a la ciudadanía. Es necesaria una transparencia activa de los costes, de la inversión en I+D y de todo el proceso de producción y distribución que nos permita fijar precios justos y asequibles basados en los costes reales, con márgenes de beneficios razonables.
- Apuesta por el interés público en la financiación del sistema de innovación médica, dotándolo de los presupuestos necesarios para fortalecer la I+D académica e impulsando una agenda basada en las necesidades en salud de la población. Es necesario introducir condicionalidades en esta financiación para que la inversión realizada por el Estado garantice un retorno que asegure, entre otras cosas, que los precios finales de los productos y los márgenes de beneficio sean justos y asequibles. Asimismo, es indispensable que se apueste por fórmulas de transferencia de conocimiento en productos clave y se fortalezca la transferencia de conocimiento y tecnología, así como la producción local en todas las regiones del mundo.
- Al mismo tiempo, hay que garantizar que la propiedad intelectual no sea un obstáculo para el acceso futuro a las tecnologías resultantes, de forma que no se favorezcan monopolios que deriven en precios altos e injustificados. En ese sentido, resulta crucial enfocarse en promover decididamente la producción pública, otorgando una atención especial a las terapias en desarrollo dentro de nuestro sistema de atención médica pública, como es el caso de las inmunoterapias CAR-T. Es fundamental salvaguardar estas investigaciones que se llevan a cabo en hospitales y centros de investigación públicos, asegurando la propiedad pública de los derechos de propiedad intelectual para que la gobernanza del acceso no se transfiera incondicionalmente a manos privadas.
- Una posición ambiciosa de nuestro país en las negociaciones del próximo Tratado sobre Pandemias, poniendo el interés público y a las personas en el centro de la toma de decisiones. Este nuevo instrumento brinda una oportunidad crucial para adoptar medidas efectivas que garanticen un acceso justo y equitativo a las vacunas, diagnósticos y tratamientos, con el fin de hacer frente a los desafíos planteados por futuras emergencias sanitarias.
En definitiva, hablamos de promover un modelo de innovación alternativo al actual que apueste por la ciencia y por lo público como una prioridad, poniendo la I+D biomédica al servicio de las personas y del interés general.
Esperamos que estas sean también sus apuestas políticas. Quedamos a su disposición para ampliar estas reflexiones y compartir información que pudiera resultar de su interés.
Reciba un cordial saludo,
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